lunes, 30 de septiembre de 2013

"No se moleste, ya la mataron"

Aquí os dejo mi particular homenaje al que han sido diez años de sentimiento unoinista. Para los que no lo sepan, el 18 de junio de 2013, la Unión Deportiva Salamanca desaparecía después de más de 90 años de historia. Fue el club de mi vida, mi primer amor, supongo, y quería ofrecerle un escrito digno.
Esta historia en cuestión viene recogida en el libro "Momentos UDS", que se puede adquirir en distintos comercios salmantinos por el precio de 12 euros. Sólo quería compartirla con vosotros, mis lectores. No en vano, es mi primera publicación oficial. Espero que os guste.
Además, debajo oo dejo también una serie de fotos de lo que ha sido mi andadura estos últimos años con la UDS.


'No se moleste, ya la mataron'
Así terminaba el maestro Gabriel García Márquez uno de los capítulos de su obra maestra “Crónica de una muerte anunciada”. No he elegido este título ni esta novela por casualidad, y es que, por muchos clavos ardiendo a los que nos agarráramos en su día y por muchos culpables que busquemos ahora, esta muerte, la muerte de nuestra Unión, no ha sido más que una muerte anunciada. Todos lo sabíamos; ninguno nos lo creíamos.
De mis diecisiete años, diez los he dedicado al seguimiento de la Unión, siendo socio los últimos cinco. Muchos partidos han pasado desde entonces, pero recordaré el primero al igual que recuerdo mi primer beso. Un lejano UDS-Sporting de Gijón (con 0-2 de resultado final) al que fui acompañado por mi padre, que siempre ha estado ahí y ha vivido conmigo cada partido de la Unión, inauguraba una etapa en mi corta vida que ingenuamente supuse eterna, pero nada es eterno. Una etapa de alegrías y decepciones, de victorias y derrotas, de ascensos y descensos... De UDS. Una etapa que terminó ese fatídico 18 de junio de 2013.
Envidio a los seguidores, socios, unionistas, más veteranos por haber vivido aquellas épocas doradas de la Unión y esos míticos partidos que ya todos conocemos: los ascensos en Burgos y Vitoria o las victorias épicas contra FC Barcelona, Valencia y Atlético de Madrid. También les envidio por haber visto con sus propios ojos a jugadores como Michel Salgado, Sito, Zegarra, Taira, Giovanella, Vellisca, Brito, Pauleta, Barbará, Silvani defender la elástica unionista...
Y es que, durante todo este tiempo, solo tuve un sueño: ver a la Unión en Primera. Un sueño que ya no se cumplirá. Me quedaré con los mejores recuerdos que guardo: el último ascenso a Segunda, los partidos contra el Elche (5-4) o el Rayo (1-2) de nuestro último año en la división de Plata, además de haber visto a jugadores como Quique Martín o José Moratón, dos ejemplos para todos; por desgracia, dos excepciones en la tónica general de los últimos años.
Para terminar, quería centrar la atención al título que encabeza este relato: “no se moleste, ya la mataron”. Y es que la Unión Deportiva Salamanca murió, para desgracia de todo unionista y para tristeza del fútbol español, donde hoy en día, las desapariciones, liquidaciones o descensos administrativos son más frecuentes de lo que todos desearíamos. Pero, recurriendo a otra obra maestra literaria, me gustaría recordar que los tiempos de Bernarda Alba ya pasaron, y que lo que necesita Salamanca y el fútbol salmantino es que pasemos página, miremos para adelante y sigamos apoyando a un equipo charro que lleve el nombre de nuestra ciudad y nuestra región por doquier.
Muchos me tacharán de traidor, hereje, chaquetero y demás soeces, pero yo fui de la Unión durante toda mi vida hasta su muerte, y esa es la verdad.
Dicho esto: hasta siempre, Unión Deportiva Salamanca y ¡HALA UNIÓN!













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